domingo, 28 de marzo de 2010

COMPETENCIAS DOCENTES BASICAS

COOPERAR PARA TRIUNFAR.
La cooperación consiste en trabajar juntos para alcanzar objetivos comunes, los actores de cooperación son comunes e inherentes a la condición social del ser humano e incluso podemos afirmar que los logros y triunfos de la humanidad se deben en parte al trabajo cooperativo, una simple reflexión sobre los actos realizados por el lector en el día de hoy nos permitirá descubrir el grado de importancia que tiene esta capacidad en nuestra vida cotidiana.

Para la escuela, el trabajo cooperativo no solo es un motor para el aprendizaje significado, sino que se ha observado también que constituye una potente estrategia insurrecional para la atención a la diversidad, se trata de una metodología que saca provecho de las diferencias existentes entre el alumnado con el fin de que cada uno de ellos aprenda de los demás y se sienta responsable tanto de su propio aprendizaje como el de sus compañeros.

Según Jonson y Jonson las condiciones clásicas para el trabajo de grupo se convierta en cooperativo son las siguientes:

Independencia positiva: el compromiso de los miembros del equipo es tal que el éxito individual depende de todo el grupo y viceversa.
Responsabilidad individual: para evitar el principal inconveniente del trabajo en grupo (la difusión de responsabilidades), cada miembro debe de ser capaz de comunicar los logros conseguidos por el equipo.
Interacción cara a cara: la proximidad y el diálogo y permite desplegar dinámica de ayuda, apoyo y refuerzo entre los miembros del equipo.
Habilidades sociales: los procedimiento necesarios para llevar a cabo un trabajo cooperativo (comunicación apropiada, resolución constructiva de conflictos, participación, adopción de la perspectiva del otro..) deben ser enseñados deliberadamente.
Evaluación grupal: los miembros de equipo reflexionan conjuntamente sobre el proceso de trabajo y toman decisiones de ajuste y mejora del mismo.
La voluntad de llevar la cooperación a las aulas he generado el diseño y la aplicación de multitud de métodos (puzles, trabajo de investigación, tutoría entre iguales, etc) que a pesar de compartir en menor o mayor grado las características apuntadas, plantean un abanico diverso e incluso difícil de ordenar, pero a su vez, se necesita contar con un muestrario suficientemente rico de recursos para cada docente, tal como sugiere Echeita (1995), lejos de buscar el método cooperativo por excelencia, elija aquel que en cada momento, con cada actividad y grupo de alumnos en concreto potencie más y mejor los factores comentados anteriormente.

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